martes, 16 de junio de 2009

El Caballero Inglés


Sí, el caballero inglés elegantemente vestido
el de ojos inmensos y azules,
despertara con su sonrisa
al monstruo aquel que engendró noviembre.
Él le diría dame un poco de algo
para mi vida de amor
y si el caballero inglés aceptara.
El muchachito aquel, el monstrito
moviendo las manos como ave
lo llevaría con él a su casa.
Le diría dame un poco de algo
para mi vida de amor.
Y si el caballero inglés viéndolo
a los ojos tan oscuros que él tiene
lo tomará de las manos.
El muchachito aquél, el monstrito
callado esperara.
El caballero inglés le dijera
vamos, vayamos a casa
que el cielo sepa lo miserable
del hombre que fue.
Vamos, vayamos a casa.
Wilde ahora descansa
cerca a la tumba de Ernesto.
Vamos, vayamos a casa
Guapo, mi guapo demonio.

Andre Ivre

*a Morrisey (27 de mayo de 1959, 27 de mayo del 2009 (50))

Canción de Cuna


El hombre viejo recostado en la silla
Alza la mano paciente sobre el hombro
De la niña
La niña de ojitos con hueco, lo abraza
El hombre viejo le limpia con delicadeza
La carita
Pequeña cara sucia le dice
Y ella lo abraza entre risas,
Más luego ojitos azules, el viejo
La besa y la hace dormir
Una canción de cuna se escucha
Duérmase mi niña
¡Duérmase ya!

Andre Ivre (El Libertino Guardado 2009)

*A mi padre-abuelo (ojos azules)(31/01/1928 – 07/12/2002)

viernes, 12 de junio de 2009

A Susan J. Dallion


Una noche de verano diré morí por sus ojos
Hermosa y pálida reventando en sangre sus labios.
Y yo parado con el alma elevada hacia ella
Enamorado, me conduje detrás de su rastro,
Sin sentir el hielo cubriendo el invierno.
El joven cuerpo, ardiente y de fuego
Y aquella voz intensa, arrobando la piel.
Extendía garras largas sobre el oído del tísico,
Que extasiado flotaba con las orejas en flor.
Estaba lejos como en sueños flotando
Óseos cavernarios, enterrado en el medio de esa furia.
El cobalto sobre el índigo, y los jardines de Hong Kong
Estrecha y delgaducha, cara a cara.
¿Daría las mil noches arábicas y una casa feliz?,
Floreciendo un poco de dulce en el deseo
del hombre de hiel.
Labrado de telarañas, en un vagón por enigmas,
viajé pasajero, sin la querida prudencia.
Perdido como Cristina, la chica fresa, en Mardi Grass.
Mostróme las corolas de sus pezones como flores empinadas.
Toda hecha carnaval entre máscaras y fuegos,
Una muñequita vudú que lanzaba sus hechizos.

Andre Ivre
*A Siouxsie Sioux, vocalista de Siouxsie and the banshees.

Nonato


Soy el peor de los hijos no nacidos
Desnudo al sereno voy mostrando mi rojo culo
Soy entre todos, el más puto entre los putos
el más sinvergüenza, sanguinolento,
con virus en mis calzones.
El enfermizo desgarrador de cuellos
me nombraron,
un vampiro que impera en las sombritas,
bajo una rama si el calor os atañe
me echo encima hasta incendiarle las ingles.
¡Oh, no sé cesar! Voy contra la corriente
Jamás saciaré este inquieto espíritu heredado.
Mi padre luce ahora su tumba asolada en la fontana.
Con el nudo de corbata que usaba elegante.
Por gracia he conocido del bien, el mal que lo cubre
Por desgracia del mal conocí, el bien que lo mueve.
Soy la serpiente que tentó a Adán con el cuerpo de Eva.
La que también parió la mujer con el nombre de Caín.
Soy el peor de los hijos no nacidos
El que en papel actuó junto a Hamlet como Otelo
El mismo que se enamorará de su madre y con ella hijos concibiera.

El que continuamente cargara las cadenas,
Inspirando a un pobre loco,
las profecías de los números.
Soy el peor de los hijos no nacidos
El de mil nombres, mil apellidos distintos
El que ni madre conoce, y se sabe no parido.
Al no escapar, gusanito, por una vágina caliente.
Ni obstetra con detalle, golpeó este rojo culo
para comprobarme, los reflejos naturales.
No sé llorar con lágrimas de humano.
Soy un cocodrilo que llora vanamente.
Lloro hasta por el día que nunca conocí en mi calendario.
Lloro por los perros que ladraron en mi puerta.
Soy el peor, el peor de todos, lo juro.
Ni respeto merezco, ni amor ni nada
No me juzgues si me toco las campanas.
Si más tarde en tu cama me pongo a fornicar entre las hojas
de tu libro
Si en tu boca echo mi sudor como agua
Yo os advierto de antemano,
Soy el peor de los hijos no nacidos.

Andre Ivre (El Libertino Guardado 2009)

martes, 9 de junio de 2009

El Dibujo


Te has preguntado, mi hermoso amigo
¿Dónde habitan los sueños?
Hay púes un túnel de luz que separa esta dimensión
de la otra
Una vez recostado en mi cama, distinguí lo irreal.
Hubo dos señoras que tomaban de la mano a un niño
con una gran mariposa, viajaron hacia Cíbola.
Dos exploradores las encontraron, esa ciudad tenía
humo por todos lados, más chimeneas ni cigarros
encendidos estaban.

Un caballero inglés se sentó a refrescarme la lectura del día
Han muerto cien jóvenes por una lucha en Irak,
cien en un par de segundos.

El niño me mostró en ese momento el lado izquierdo de su oreja
¿Has oído esta canción?, supongo que es la de Morrisey
Sé que algún día seremos felices, tú y yo.
Te has preguntado, mi hermoso amigo
¿Si es cierto?, uno simplemente viaja y no desea bajarse.
En lo alto de las nubes que bien se sienten las nalgas.
Soñé que África y sus niños de cincel, comían conmigo
de un gran pan, rubio de trigo, e inmensamente largo.
Sí, ellos me observaban y su estómago era plano
No los veía como en el video de la BBC
Todos muy bien vestidos y con alitas en sus espaldas
Una marea de angelitos negros y una mujer.
Muy pronto, el niño de nuevo se puso a mi lado
Escucha esto, ¿lo conoces?
Suena como a jazz y soul en funk clásico
O es el promiscuo del sonido, el que lo escucha así.
El caballero inglés, estiró en ello su mano.
La música es como la matemáticas, tiene fórmulas perfectas.
Todo hasta tú, tiene la cantidad exacta en el espacio.
Una madre, llamó a su hijo, el niño que estuvo a mi lado
Corrió feliz a sus brazos.

Cogí un lápiz y lo dibujé, le puse hasta el pelo idéntico en cantidad capilar
El dibujo no podía salirme mejor.
Por ahí entonces las señoras aparecieron, no encontraron al niño
Pero dieron cuenta del dibujo.
Las dos querían llevárselo con ellas, jalaron de un lado y otro
Y terminó desecho.
Se me ocurrió que sus nombres serían monstruosos,
¡Tenía roja la cara de rabia!
Una gritó: ¡calla gran perra!
La otra contestó: ¡a ti te parieron las putas!
Empecé entonces a recordar quienes eran
Una era Sociedad, y la otra su emblema
A la que Democracia bautizaron por no tener nada que hacer.

Andre Ivre (El Libertino Guardado 2009)

El Yacer en el Prado


Como será que hoy te vi
Cerrando los ojos artificiales, dormías
Del otro lado, olía la calle
El excremento de un perro bajo mis botas oscuras.
Me comuniqué con Tom, un gato amigo tuyo
Caminamos directo al prado, y no recuerdo
Como es que llegamos.
¡Papá!, gritabas y me jalabas la ropa
Seguía tontamente creyendo que dormías.
Una oreja mía, me picaba y me crecía
Mi mano izquierda sufría de hormigueo
y su hermana con la que te hice un día ajeno.
Te tomaba de la espalda para tenerte en la espera.
Me leí las obras de Dylan sin entenderlas
Luego te dije “estás más loca que ayer”
Cuando te parieron.
Un amigo mío, explicome que es difícil la poesía
Pero de un tanto se le hace añicos, ser cursi y sonriente.
Yo me eché sobre la hierba y te olí
Jazmines y opio, te parecías a mí.
Sin querer me tiré en tu cabeza y nos revolcamos.
Dos puercos enlodados que se burlaban,
Nos veían.
Ven, sigamos que el bosque es grande
Quizás se hable con lechuzas que no duermen de noche.
No decías mucho, muy silenciosa, solo fragancia.
Vi que ibas ha buscar a extraños.
Un hombre gordo pronunció, ¡qué prodigio!
¿Uno es lo que escribe o lo que se muestra por fuera?
Jazmines y opio, te parecías a mí.
Le dije a mi amigo, el que me habló de poesía.
¡Tengo la boca llena de suciedad!,
Si es bien tuyo, ayúdame a limpiarla,
Él me propuso, puedes si quieres,
¡Por tu bien callarla!
Morirán las iglesias sin continúas con tu increencia.
Escribí mil cartas dirigidas al papado
Que soy ateo, loco, y riguroso en mi indecente.
Me pueden dar la horca, o la silla eléctrica, si quieren.
Tendré de amante a mis hijos, si son machos o hembras.
No veo quien me lo pueda impedir.
Acá todos se tapan la porquería, hasta un padre con hábito
Se tiene de celibato falso.
El Perú es más indígena que el polo blanco en ralo
y si es racista el más negro de los negros.
Quién me podría impedir burlarme de las normas.
Me emborracharé y me drogaré a gusto
Con mis crías, y ya verás que me recordaran
Como a Mosse David en otro tono liláceo
Sin tanto escándalo pomposo.
Luego hasta el Papa, dirá que bueno que era.
¿Imaginará acaso que no elevé mi rezo a su iglesia?
Apenas mi abuela, la mujer de ojos pequeños
Regalo a mi edad tierna, el rosario.
Las oraciones una a una, se convirtieron obcecas.
¡Bah!, he leído la biblia de los hombres
El Coran y Alá, corren hacia la misma senda
del paraíso prometido.
Buda hasta cree en la propuesta de lo imposible
Y creo yo que hasta eso es posible.
Y es que, te vi hoy, te acabo de ver ahora
Jazmines y opio, te pareces a mí.

Andre Ivre (El Libertino Guardado 2009)

domingo, 7 de junio de 2009

Libertinaje


Atestiguado en la tierra del nunca jamás, benévolo junto a la muerte estuve. Oh las púas, el corazón sangriento que triste destino percibí. Indigno un sueño me confirmaba: el amor existe en el cielo, la muerte angelical nos eleva, estando bajo tierra enterrado a tres pies.
Muy a menudo, quimeras adormecían de fantasías en levito. Un pasado rostro aparecía y volvía a desaparecer. Pertenecí a otro pensar, libre y lejano sin cadenas a los pies, fui otro a decir verdad, lo sentí. Confieso, vehemente me entregué al amor temporal de una noche. Ni nombre supe de los amantes que tuve, ni deseé saberlos siquiera curiosamente.
Desligado de la materia, Plotino en la lectura proponía mi catarsis, ¿que divinidad podría hacerme declinar? Supongo que esa vez perdí el sentido, y no supe lo que hice hasta hacerlo.
Cuervos golpeaban mi ventana, uno entre tantos atravesó el vidrio, en mi almohada sus plumas cayeron. Calmo y mudo, lo vi posarse en mi hombro, y comer de mis ojos sin bramar del dolor. Ya sin ojos, no podía ver lo que hacia. Una voz salía de su pico y entraba en mis orejas. Haz caso esta vez, escrito está.
Morirás siendo bestia, animal monstruoso sin rama donde posar.
Andre Ivre (Flores Carnívoras 2009)

Génesis


Vaya con el hombre, me dije
Insana gratitud muestra a su propio hermano
Entiendo que el mundo se puebla de imbéciles
y unos pocos inteligentes desean ser asesinos.

¡Genocida!, ese sería el título por el cúal
mis culpas descansarían en hombros ajenos
¡Vaya si el hombre es un idiota!
Apenas balbucea sus años y su nombre,
y termina en su veneno enterrado.

Se sabe que el dedo de un rey quiso tapar el sol
y enceguecernos
y también se oyó que el cuerpo magno, quiso oscurecer
la desnudez del buen Diógenes.
Desnudos y sínicos en comunidad,
descubrieron el sol alumbrando en las frentes de plato
sudaron hasta los músculos y la carne por fuera.

Ese día al fin, los ciegos volvieron sus vistas
los tuertos recuperaron el ojo faltante
y los miopes miraron perfectamente el mundo.

¡Vaya que sí!, ese había sido el mejor de todos los días
embelesado de una noche en luna de miel
un caballero demente, se embarcaba al oficio humano
sé mi amigo, le dijo ella (la locura)
sé mi amigo para morir por ti
púes la bondad se hinchó en mi pecho
al flote corpóreo me vi con un alma
un espíritu bordeándole la sien
de mis labios los besos que le di, huyeron a los suyos.

Plagados de azulino y azul índigo en la corona,
se aliaba el cobalto y el acero en una espada para luchar
un metal inmortal se formaba con lo extinguible.
Todo podría pasar y se resistiría con discreción.

Sé mi invitado y entra a mi hogar,
una fiesta animal de engendros se erige
desde hace tiempo sin fin
te esperó y te esperé
máscaras y gente jurando
y perjurando amorosa
“Amaos los unos a los otros”, echan a mano
sus escandalosas perversiones
¡La gran orgía!, Roma y los emperadores
con sus patricios
se tiraron un inocente angelito servidor del divino.

¡Vaya si el hombre es un idiota!
Mató y deberá pagar sus faltas
reza y hace penitencia y quizás el cielo que anhela
le llegue en mil años de redención.

“Hoy por ti, mañana por mí”, suena tan bien, que él que dé
será más que generoso
“Todo por mí y nada por ti”, es lo que es y no vale negarse.
¿Es iluso?, ¿el hombre es un iluso?
Era un rey comandando un gran ejército
ganaba todo,
la guerra era un juego más,
donde colocaba las piezas en el lugar correcto
un millón por su boca y su señal, se multiplicaba de muertos.

Primeras y segundas guerras mundiales, grandes cruzadas,
guerras de cien años, y batallas por emanciparse y elevarse
del derecho a lo digno.

Sed y agua calmante, hermosamente humano
escupe y maldice
el virus se propaga en su cama y el ve que es letal.
¿Hay peligro de que gane el insolente?
Porque eres hermosamente humano,
cándidamente bueno como un santo.
Masturbas mi mente cada vez que sueño.
Te atraigo con el tufillo de lo indecente
¡Ese es el hombre, gran idiota!
Lee sólo la página central del papel que cuelga
en el mostrador del kiosco
el rico manda al pobre, lo pisa, lo usa y se hace más rico
es un cholio, un sirviente indirecto
que sirve sin saberlo y sabiéndolo igual.
Tendré el mundo bajo mis uñas, y me llenaré los bolsillos, eso soñé
y te atraje hacia mí.
Dijo una voz en su cabeza.

¡Este día sí que es frío!, provocándole al paladar
chocolate caliente y pan recién horneado
marca el número al que el despertador mima el oído.
Alegre y regándole de besos las orejas,
la osera se juntaba en el mismo segundo,
un soplo cayó sobre sí,
con el espíritu que luego colocó sobre la arcilla.
Andre Ivre(El Libertino Guardado 2009)

viernes, 5 de junio de 2009

El Ángel Travieso


Mira al ángel travieso,
bajo las faldas se soba con gracia febril,
dos pelotas de carne que entre piernas rosadas
se estremecen por él
¿será el ángel travieso, espíritu bueno o malvado?
La señorita sentada, lo llamará a comunión
ya en rezos se escucha.
bendíceme de gracia,
angelito bienhechor.
Y ella pone vela a la estatua turbada,
al amiguito celeste entre mimos le ora,
sé en buena hora, mi fiel protector.
Y el ángel travieso con ojos inmensos
bajo sus faldas dormita
con el espíritu inquieto,
jugueteando despacio, tocándole los muslos,
tiene en sus manitas pequeñas,
el divino idioma del tacto
echado feliz sobre ella
y besándole suave los pechos
chiquilla querida, le dice
infinito amor te daré.

Andre Ivre (El Libertino Guardado-2009)