viernes, 17 de septiembre de 2010

El Pájaro Posaba



El pájaro posaba en la rosa
Yo lo veía posar
Dorada su cabeza, violeta su plumaje
Yo lo veía brillar.

Volaba y volaba
Al borde del río, el pensamiento
Guardado en mi torpe pensar.
¿Cúal es el día, cual es la noche?
Torcía al tarado el corazón
Cursi cantor del amor.

El pájaro posaba en la rosa
Hundía sus pétalos a tierra
Oh pobrecita la rosa
Sin pétalos, desnuda
¿Qué es la vida, qué es la muerte?
¿Qué es la instantánea felicidad?

Un torpe contesta
Oh yo deseo morirme
Oh yo deseo acabar
Ah bah!...esta vida que no es vida
Oh ya termina por matarme
Enredado en dos neuronas
Que gritan como callando.

La rosa termina siendo tallo
Los dedos sangran por la espina
Oh yo deseo bailar
Oh yo deseo la fe
Ah bah!...esta vida que es solo vida
Existencias vagas al meollo de crisálidas
Cruzando la puerta, atravesando las pistas
Oh cuan corta se hace al pensar.

Taradeces, lepras mías, babosas caras de mis rostros
Escondidos
Yo lloraría, me humillaría
Tendido en mi sábana a mirar el cielo
Frías de nada mis manos os cogerían mis pies
Se echarían al lado de la maravillosa alma ajena

Mirarían con torpeza, cantarían con torpeza
Liviana, pesada, tómame y huye
Por los montes por las mañanas
Hacia la noche a la madrugada
A danzar con la cabeza de un bisonte
Entre una frazada marrón y rayada
Iluminada por una leve luz de una lámpara.

La muerte se ha robado mi alma
Oh devuélvanme ese instante feliz
Les supliqué a la rosa
Al pájaro posando sobre ella
A la sangre que caía y a la espina

El topacio azul, la bestia cuneiforme
Sonando del otro lado la interjección saludaba
¡Estas vivo!
¿No es suficiente saberlo?
¡Preparándome a luchar!

André Ivre - ESCRITOS PARA MI MUERTE 2003

Astrología de los Ojos



Bah! Yo me echo patas arriba a mirarte
A mirarte pasar sobre el cielo ocre
Estrellitas todas en tu cara vienen
Luna plata, sol dorado
Cuchicheando viejos rumores.
Vienes tú y te echas al lado
Y yo me echo sobre tu pecho a mirarte
A mirarte pálido con los ojos grandotes
Con los míos que doblan los tuyos en tamaño.
Mi rostro se esconde entre sus zarzas claras
Tu oscuro peñón se enreda con mis manos.
Allá tu buen amigo viene en mis orillas, susurrante
Que cuesta abajo el infierno nos es grato.

André Ivre - Los Ivres 2010

Ojos Felinos


Lima 2010, fandango de olores y misturas
Tras las cortinas de los rostros que se esconden.
Colegiales y viejos levándose el smog en sus narices
Paseando con las manos encogidas y los bolsillos rotos
Se le avistan las nalgas y las escuálidas piernas del hambre.
En los techos de las casas que poco a poco se derrumban
Cientos de gatos maúllan ansiosos persiguiendo a una lunada.
Abren sus ojos hechos de esmeralda, se tiran de patas mostrando
Lo peludo de su panza y extendidas las manos se soban en su suave pelaje,

plagado de pulgas y otros bichos, que se llevan la ternura

enferma de risa e invierno mojado de lluvia, y húmedo frío.
Fluyendo, elevándose en las gotas de lluvia, que caen de las nubes
en lo alto
La distancia las proyecta balando una tras otra como ovejas de abundante lanar,

echándose a tragar del verde pasto de los pocos jardines dela Lima Virreynal

en la que vive la criatura.
Unos ángeles negros y feos que miran y saludan. La acompañan el camino por Acho

a la misma hora en que los viejos y los niños bostezan en el rostro de la ciudad.
Vagando en el propio pensamiento, la pluma roja humea incendios en los sesos de la hembra
Que mojándose los pechos destila el néctar de las madrugadas frías.
El torpe de sí, sale del cuadro arrastrándose en el lodo.
Va en el blanco estirando las manos
Cogiendo el aguijón más venenoso
Lame la miel de otro néctar.
Allá avisto los grandes ojos oscuros de un gato inigualable
Que arrimándose a las piernas que llevo
Se acurruca ronroneando y dándole vueltas a la bestia
Que lame
Y me pierdo hasta encontrarla en la caza del roedor
Que saltando en un pie, sonríe en un ingenuo pueril
Deseoso de vida a su cinco años.

André Ivre – Agosto 2010

La Flama



Ya cierto, muy cierto se hizo que el corazón se hubiese aquietado una noche a dormir la siesta de los 100 años

Los sueños se fecundaron colgando en los techos

Caminaban con ocho patas alrededor de la cama.

Pensaba en el viento, las hojas chocando entre ellas dando palmadas

De bienvenida a los pasos

Unos extraños que se iban acercando entre sí

Comentaban el clima frío y la oscilación del tiempo.

Por momentos alegre mi corazón despertaba de saltos en saltos

Se acogía firmemente al suelo

Daba vueltas como un perro con la cola alrededor queriendo morderme a mi mismo.

En un paradero ansioso, el viento oscuro se envolvía en ramas

Venían dos niños de la mano, cantando. Dos entre uno que conocía.

Iba entre la multitud sostenido en la idea.



Retornando de lo triste una flama prendía las ramas del viento

Que se quedaba en los niños.

Era una niña con ojos como platos que miraba y miraba

Y era un niño con los ojos cerrados que soñaba

Ella se ponía toda roja y se metía en mi ropa

arrobaba mi boca, me arrojaba a las flamas.


André Ivre - Jueves 26/08/2010

Lápiz y Paleta



¿Habla lápiz?

No es la vida más ese tímido túnel

Ni la gracia de los pecados que duelen

Objetivo perenne de una noche de invierno

A manera de ensueños me visitan diez bellacos adornos

Que dirán los rezos en tu funeral

Cuando mueran los lobos que pinto en uñas rojas sangrientas

Observas tus enredos, lianas entre árboles marchitos

Que de un lado mecen el cerebro y sus cuantas neuronas funcionando

Oh mierda, mierda colorida

Maquilla para mí, la deliciosa existencia

Sed de vida de algunos como néctar que envenena

De suaves toques la boca que muere

No pronuncies las palabras cuando puedes pintarlas

Seré un pintor y te llevaré en mi maleta

Boceto a boceto se harán millones de rostros

Millones de cuerpos y les daré vida en el blanco.

Mierda colorida – vida

Porque es eso para lo que sirves en mis manos.


André Ivre – 30/08/2010

Resumen Matinal



Veo casi imposible el fuego caer

Es otrora el tiempo llano y lúgubre

Enroscado al cuello que tirita

Do quiera que avanzan estas horas

Envejezco con un rostro amable de locura.

Devuelta el mes calcula sus 30 días habituales

El despertador me comunica que la mañana

Huele a café

He resumido mi existencia a ser eso

Huelo rosas en una tumba imaginaria

Donde habita el iluso que escribía.

André Ivre - Setiembre 2010

martes, 16 de marzo de 2010

La Roña de las Musas


De las liras pintada mi casa
De las flores mágicas que entonan sus voces
Dios desde alguna remota flama
Entona canciones que tocan las nubes
Óyelos pues mi conciencia absoluta, la absorta, la infame
Inmensas piras y piedras encendidas trocadas de magia
Vuela que vuela, roña en mis oídos inquietos
Rojas entonces las flores se ensalzan
Mi sangre flamenca danza con lirios
Y allá donde nadie me observa, la tomo
Ligero, ausente y total ciñese ella, el reinado
Yendo en libre vía, el alma loca y prudente
Vístese de aura colorida
este amante de las musas melodiosas.
André Ivre - 2010

El Paisaje Perdido


Heme perdido en la increencia, tú que fuiste paisaje alguna vez. Te has torcido árbol de árboles, y ya no te veo tan recto sobre el pasto. Ya no condueles mis dolores ni mis noches frescas y tenues, menos las lóbregas se sienten ligeras. Hoy siento que lo adverso ha trastocado el hastío de lo lejano.
¿Te has ido, te fuiste? No he servido para darte vida. Servías para darme dicha ¿lo dudo, lo pienso, lo medito? Iré a buscar el sol, hoy que no estas, que algún otro te taló. Hállame perdido en la increencia, el joven amoroso no es más que un torpe animal. La piel pálida que lo conforma irá por ahí esperando el color adecuado, y el fresco de hierba en sus ojos en otro árbol y otro paisaje eterno en sus dedos.
André Ivre -2010

La Risa


La dentadura blanca
perfecta sonríe sobre el muró
casitas cuadradas, espacios exactos
ilumina pulcra sobre la tapia
Grandota, grandota se puso
Clavada a los ojotes de pepa
Y esos ojotes de mongoloide
tocados virolos al iris.
Llevábanse al tonto con la cara babosa.
André Ivre (El Jardinero) -2010

Amote


Oyéndote aquella tarde. Esta fauna que celebra de risas el día. Amote noble de amor.
Preñados los nueves a diciembre juraba. Besaré en el arco las cejas de su mar.
Amote mucho la torpe bestia. Jugote al brío, jugote a oscuro. Cielo, luna y sol.
Noviembre ardoroso, octubre floreando y septiembre perfumote de amor infinito.
Fulgor del infierno, resaca en nirvana, la purga verita del círculo dantesco. ¡Torpe!, torpe, torpe bestia domesticada síguete esta la que amote, te ama.
André Ivre - La Mano Torcida 2010

El Futuro del Hoy


El poeta exclama en su colchón raído
¿Sabes de mis penurias y de mis gozos?
Ve pues como corre el viento,
las aves gozan de un lugar a otro extendiendo sus alas,
y es para el león extensa la fauna
que come con gusto lo que el paladar desea,
así el hombre que es hombre, bajo su manto humano
justifica lo que la piel y la sed por vivir
atañe en los amados cuerpos momentáneos.
Acaso crees que considera algo más, no es su juventud
La que se deja llevar solamente
Es la euforia y la propia locura
El ardor que se confunde con algo más.
Pero no es el amor, ya que luego
Los gustos cambian, los espacios varían
Y como las aves, emigra.
Entonces si tú le vas a decir algo
Lo primero que dice es:
¿Déjame vivir porque no sé cuanto duraré?
Y nunca sabemos si hoy por la tarde, o quizás en unos
Segundos o quizás mas de noche
Se acabe y nos acabemos
Pensando que el futuro es solo hoy
Porque el mañana los jóvenes
Lo vemos lejano
Mientras disfrutamos del placer.
André Ivre (Andrelgia)- 2010

Las Quejosas


Estas son las cabezas rodantes
Rodando rodando
En los tiempos de miseria
En que vivimos
Apesumbrados por el qué dirán
Del vecino
Cuando nuestra mano
Nos sangra asimismo
Nuestras llagas, y el oficio del amor
De nuestros padres
Que quedó en el retrete junto a las
Excusas nuevas
De que el cuerpo joven lo soporta
Todo y la belleza
Nunca será pasajera.
El que escucha el que ve
Actúa de acuerdo a sus instintos
Como el animal agazapado
Para atrapar a su débil presa
O aquel conejito al que el patrón
Amenaza convertir en platillo
Para el banquete.
Muchos vamos mirando
Nuestros defectos
Los defectos ajenos de los que
Nos jactamos.
La indecencia no es nuestra
La inmoralidad menos.
Somos los más fieles
Los más justos
Los más buenos
Entre las cejas frente al espejo
Recogidas en fruición
Y entre los pocos
Uno a uno
Ensalzamos la enfermedad
La perversión
Y aquellas cosas que negamos
Si eso es descubierto diremos:
¿Quién no yerra siendo humano?
Y nos justificamos unos a otros
Manteniendo nuestras caretas
Por el tiempo que dure
La estadía que nos toca.

André Ivre (Andrealgia)- 2010