miércoles, 14 de enero de 2009

Dos peces


Un gitano mira por encima del hombro a otro, el estómago ardiendo y vomitando sangre. Un gitano admira el poema y la vida, ese es su gran secreto, confundido bajo un chal, Robert Plant enuncia “All of my love” sea lo que signifique el gitano no entiende el significado de su lengua. Moriremos enfermos de sol, le dice el gitano al otro bajo su hombro. Son dos pequeños gitanos los que van de un lado a otro de la mano, dos hermanitos con orejas grandes de burro y la panza flaca de hambre, se abrazan y confiesan sus pecados a una piedra. El segundo le dice al otro que lo cuide, tiene miedo a los perros. Un perro grande, un san bernardo lo creyó un gran hueso, y los gitanitos huyeron, corrieron agitados y con sed. Cerca al mar anduvieron pero el mar los asustaba, tenían sed y veían el agua abundante. El primero le dijo al segundo, hay tanta agua en el mar como peces aún más, metámonos al mar hermanito, ¡entremos!

Son las diez de la mañana gitanos zorros, la gallina se escapará con sus huevos, los pollitos se fueron del corral, ¿quién os llevará el sustento?, gritó la nona. Cerca del mediodía se encontraron dos ballenas en la orilla, los pescadores las desollaban y vendían su carne. Los gitanitos entraron al mar sin miedo, uno de la mano del otro se decían mon petit, petit, petit, petit. En el fondo del agua parecían dos rocas plomas y anchas flotando hacia la orilla, todo hinchados con el pantalón gris y la camisa blanca de colegio, los cuadernos en el piso y sin hojas, el viento giraba las velas y las redes caían encima. Una buena pesca amigos, dos peces gordos para vender, la nona ciega ayudó a desollar los peces. Una buena mesa y los niños muertos.

Andrè Ivrê (hoy)

Setiembre 09, 20:20 pm, 1993

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