miércoles, 7 de enero de 2009

El eufórico intruso debajo del follaje


Sobre su tumba lloraran las hembras
Andre Ivre habrá muerto de amor.Andre corriendo con los pantalones sueltos,trepando cercas,subiendo camas,manoseando entre faldas largas,y ropas recatadas,senos suaves y piernas con aroma de flor.
Sonríe en un recuadro con gracia,atrayendo como la serpiente a Eva. Dios del pecado venerado y amado.
Mujeres y mujeres,señoritas nobles en innobles,invertidas algunas,temblaran como perras sedientas en sudor evaporado.En lo alto nubes secas dormiran con ellas.
Andre Ivre se habrá ido en el corcel azul plata, y el bailarin de trece años se pondrá el hábito ajado.Ni Dios ni santo,un eufórico intruso debajo del follaje se le meterá en el alma,y ellas las hembras andarán poseídas,tristes y agitadas,usando al mozalbete para recordar a Andre.
Andre Ivre habrá muerto,morirá y entre nebulas se alzará el cabello claro,mostrará las orejas,oirá los gritos de placer.Todas las hembras preñadas y él muerto.
Andre Ivre (hoy)

El que fue,el que fui a los trece años-1993

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