miércoles, 7 de enero de 2009

La calle de los gatos techeros


Gatos azules y rojos, ojos brillantes caminan

Esta calle ha sido llamada años atrás su hogar

Gatos grises, simulan, ser claros bailando,

Bailando, los miran, saltar entre la pista y la acera

o entre una calle, el hangar y un boulevard

En mis ojos - desvíos, perennes, perdidos sus garras

Retorna a la inocencia de los primeros años de infancia

insurgiendo frenética, mi dulce infeliz,

un animal estallando en pedazos maúlla, un indecente dulce

describe el amor de un pasaje

un taxi, un boleto de ida y hasta un mañana quizás.

Un gato negro, bien negro juega a aruñarme mis dos ojos de piedra

Y más abajo sonrío con su cola enredada en mis manos.

Es esta calle también mi lugar, el nuestro y la de todos los gatos

y cuando voy, vuelvo a respirar del añil y una bolita de pelos atorada

en mi traquea, regresa la tos del enfermo que se llama feliz.

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