
Gatos azules y rojos, ojos brillantes caminan
Esta calle ha sido llamada años atrás su hogar
Gatos grises, simulan, ser claros bailando,
Bailando, los miran, saltar entre la pista y la acera
o entre una calle, el hangar y un boulevard
En mis ojos - desvíos, perennes, perdidos sus garras
Retorna a la inocencia de los primeros años de infancia
insurgiendo frenética, mi dulce infeliz,
un animal estallando en pedazos maúlla, un indecente dulce
describe el amor de un pasaje
un taxi, un boleto de ida y hasta un mañana quizás.
Un gato negro, bien negro juega a aruñarme mis dos ojos de piedra
Y más abajo sonrío con su cola enredada en mis manos.
Es esta calle también mi lugar, el nuestro y la de todos los gatos
y cuando voy, vuelvo a respirar del añil y una bolita de pelos atorada
en mi traquea, regresa la tos del enfermo que se llama feliz.
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