
Resplandeciente puto humano coloreado de suspiros
Duerme mareando la noche, caníbal
¡oh embriaguez eterna! ¡vivir tan sólo! El hombre que es hombre
levanta la mano y celebra la vida
¡estamos vivos! Sonrió a la muerte de mil mujeres desnudas amándolo
Angustioso sedujo, en sus ojos de serpiente las manzanas
Y placidas las damas se hicieron felices de ese momento rosado
Desde arriba celestial debate, hasta hoy hasta ayer
Felices de gritar se revientan de tiros los pulmones, ángeles negros y ángeles blancos
Tú extraño tira de mí habla una y la otra, el uno y el otro, y el puto lo hace
Pagan entonces consumado, y ya cansado de amar sin amar,
bucea al fondo de un río en el que sus aguas saben a cloro.
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